enero 30, 2014

Barclays Premier League: Chelsea 0-0 West Ham United.



La lluvia de Stamford Bridge y el frío londinense auguraban un partido incómodo para el Chelsea ante el West Ham, rival necesitado de puntos que llegó dispuesto a defenderse como si no hubiera un mañana. 

El empate del Arsenal ante el Southampton dejaba a los de José Mourinho la posibilidad de superarlo en la clasificación, lo que eliminaba del tablero cualquier calificativo de trámite para el derbi intersemanal entre ‘hammers’ y ‘blues’.

Sam Allardyce tomó buena nota de partidos anteriores jugados por el Chelsea, y su primer cometido fue el de eclipsar todo el fútbol que Oscar y Hazard pudieran aportar. Agrupados en torno a la portería de Adrián, los ‘hammers’ consiguieron limitar el número de ocasiones para los 'blues', aunque el veneno de Eto’o y la creatividad de los dos mediapuntas de José Mourinho seguía latente.

Adrián, rememorando sus mejores partidos en el Betis la temporada pasada, volvió a ganarse con creces la titularidad ante Jääskeläinen, negando en todo momento el gol a los aspirantes al título, minándolos como una gota constante erosiona una roca.

Dadas las circunstancias, para el West Ham el 0-0 al descanso era un resultado importante, pero inocuo si no terminaba sacando nada positivo al término de los noventa minutos. Para el Chelsea comenzaba entonces una cruenta cuenta atrás en la que tendría que dominar su ansia para llevarse los tres puntos en una jornada cómoda sobre el papel antes del pitido inicial.

La muralla ‘hammer’ fue aún más densa en la segunda mitad, en la que se acumulaban con facilidad hasta nueve y diez jugadores en el área de Adrián. La desesperación se iba haciendo cada vez más patente, hasta el punto que Carroll tuvo la sorpresa en sus botas, aunque remató defectuosamente. Con muy pocos réditos, la afición desplazada hasta Stamford Bridge animaba a sus jugadores sin excusas, por lo que cada error de concentración en el equipo de Mourinho podía ser penalizado de forma fulminante.

Hasta tal punto vio oscuro el panorama Mourinho que renunció a un defensa para meter un jugador más en el centro del campo –Lampard por Azpilicueta-, pero el partido se metía sin pedir permiso en la recta final y el empate parecía una posibilidad cada vez más palpable.

Para asegurar un punto celebrado hasta la locura por los ‘hammers’ tuvo que aparecer Adrián, que supo sobrevivir a un dramático descuento de siete minutos en los que el West Ham tuvo que sufrir con un jugador menos por la lesión de O’Brien. 

El portero español se doctoró con una nueva gran actuación que, al ser ante uno de los grandes, aumentará su cotización de forma más que notable. En el otro bando, los de Mourinho abandonaron cabizbajos su propio estadio, conscientes de que han desperdiciado una ocasión para dar un paso adelante en la clasificación y demostrar su solidez.

Alineaciones:
Chelsea (4-2-3-1): Cech; Ivanovic, Cahill, Terry (c), Azpilicueta (Lampard 63); Ramires, Mikel (Matic 63); Willian, Oscar (Ba 79), Hazard; Eto'o.

Sustitutos no Utilizados: Schwarzer, Cole, David Luiz, Schurrle.
Amarilla: Ramires 84

West Ham United (4-5-1): Adrian; Demel, Collins, Tomkins, O'Brien; Diame (Jarvis 30), Nolan (c) (Nocerino 80), Noble, Taylor, Downing; Carroll (C Cole 63).

Sustitutos no Utilizados: Jaaskelainen, McCartney, Morrison, Borriello.
Amarillas: O'Brien 58, Taylor 60, Nolan 74

Referee: Neil Swarbrick
Asistencia: 41,376 espectadores.

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